ar. DADA


collage AGM - Nicotina

Artículo/ Arte / publicado en Crann N° 7 / Año 3 - Abril de 2001

Muchos pueden ser los antecedentes de las vanguardias, y muchas las hipótesis de por qué surgieron; sin embargo tanto unos como otras naufragan en el momento de la exactitud o el pormenor. Lo cierto es que el concepto de vanguardia surge del ámbito castrense, y su transpolación al medio artístico no es por insólita menos explotada. En el ejército la vanguardia es el grupo que antecede al cuerpo en sí del ejército, los jefes (por supuesto) dirigen desde la retaguardia. Los miembros de la vanguardia son por tanto los que primero testearán y se toparán (y probablemente fenecerán) ante el enemigo. Es también la parte más riesgosa del ejercicio de la guerra. Los que vienen detrás podrán contar con ciertos datos que le proporcionarán los aventureros de la avant garde (francés) (los que queden).

Las vanguardias artísticas semejan a las vanguardias del ejército por el hecho de que, como ellas, exploran terreno desconocido; experimentan, aventurándose donde nadie (según ellas) ha ido todavía. Empujando de paso los límites del arte conocido para quienes vienen detrás. Ej: la abstracción es ahora una variante lícita de la pintura, mientras que antes fue calificada con grueso calibre (si seguimos con términos castrenses) por miembros que en ocasiones también (desgraciadamente) pertenecían a aquel ámbito y explotaban sillones no diseñados para ellos.

Fue a principio de siglo que comenzaron a nacer como en un caldo de cultivo húmedo y contagioso, de forma diacrónica o simultánea, con miembros diferentes o compartidos, lo que se dieron en llamar las vanguardias artísticas del siglo XX.

Dada nace en Zurich en el año 1916. Coordenadas: x) Suiza, país neutral asediado por la 1ª. Guerra Mundial, o Gran Guerra como se solazan en etiquetar los puristas. y) Búsquedas personales (artísticas) de diferentes personalidades venidas de diversas latitudes a este oasis. z) Las casualidades o causalidades del destino que hace que se encuentren (y se conjuguen) en un mismo lugar por circunstancias variadas, quienes tenían que encontrarse precisamente allí para producir una desmesura semejante como fue el Dada.

Tampoco podemos puntualizar qué significa Dada o cómo fue su génesis, las explicaciones al respecto son intranscendentes si consideramos que Dada no significa nada, intentar darle significado reseñando la hora y el día de la revisión de un diccionario azarosamente, es digno de los mismos estúpidos que aman las máquinas con que se pegan los precios en los supermercados por que aman las etiquetas. Dada no es nada ni significa nada, ya lo no-explicó Tzara.

Mirando retrospectivamente, el exacerbado individualismo-exotismo y el deliberado nihilismo del dadaismo se encuentra (como las manchas del action painting y otras abstracciones ya se encontraban en retazos de Goya o Turner), durante la historia del arte, en diferentes autores y manifestaciones.

La bohemia o el show no es algo que hayan descubierto o inventado los dadaístas, ya Toulousse Lautrec (conde tullido, enano, afecto al ajenjo y los lupanares) asistía a sus banquetes vestido con trajes de impecable corte hechos con paño de tela de mesa de billar, mientras dentro de las copas de sus invitados nadaban mansamente peces de colores. El arte y los artistas, bien mirados ambos, son en suma algo que se expresa de forma regular. Los elementos que manejan se asemejan unos a otros. Y estamos hablando de toda la línea de la historia del arte. El arte no evoluciona ni se moderniza. El arte ES simplemente. Lo que cambia es el foco del artista sobre la problemática del arte. Dada puso su foco (su ojo) sobre el absurdo, como el impresionismo lo puso sobre la luz, el futurismo sobre el movimiento y Miguel Angel sobre la Biblia.

Tzara dice, con respecto a su primera obra “La Premiere Aventure Celeste de M. Antipyrine” o como ustedes ya habrán advertido “La Primera Aventura Celeste del Sr. Antipyrina”: “... se trataba de proporcionar la prueba de que la poesía es una fuerza viviente en todos sus aspectos, aún los antipoéticos; la escritura, siendo un vehículo ocasional, no es indispensable y la expresión de esta espontaneidad, a falta de un calificativo apropiado, la llamamos dadaista...”.

Desmenucemos un poco la frase. Qué es esto de que la escritura, no es indispensable. Es el ataque al lenguaje mismo, a lo establecido. Extendido, la poesía supera los límites de la escritura, se inmiscuye en otros lenguajes, los altera, los mezcla. Y siguiendo esta línea, se puede hacer propiamente poesía sin escribir; una buena sopa, o esta observación aislada de un niño de seis años donde todavía vive la inocencia ¿no es poesía? De cualquier manera, el arte supera sus propios límites, y se anima a expresarse de otras maneras. Da lugar a su propio grito absurdo y desencajado.

Sindicar a los integrantes del movimiento Dada es harto dificultoso teniendo en cuenta lo heterogéneo de sus personalidades y hasta de sus latitudes de procedencia. Por otro lado, sería inteligente salir de la simplificación limitadora de quienes separan-tabulan-clasifican la historia del arte, para que otros tantos que les gustan las simplificacionestabulacionesclasificaciones traten de entenderla. No. Las cosas no son tan simples, los antagonismos y las competencias a veces eran inexistentes, y de hecho los propios artistas no limitaban su accionar ni sus mutuas influencias, sino que al contrario, intercambiaban todo el tiempo. El ejemplo es bien claro en Dada. En la galería Dada expusieron Paul Klee (Blaue Reiter), De Chirico (¿surrealista?), Robert Delaunay (cubismo órfico), Max Ernst (surrealista), entre otros. El intercambio y la mixtura, el contacto y la contaminación están imbricados profundamente en el espíritu artístico de la época.

“... si los generales mueren en la cama, los pintores no tienen por qué morir frente al caballete...” dice Marcel Duchamp. La extensión del campo del artista, y la exención de éste de seguir siendo un reproductor de la mimesis mentirosa del cuadro, el cambio de eje del artista plástico de productor a pensador, y con esto el nacimiento o la protogénesis del arte conceptual, son algunos de las deudas que el arte contemporáneo le deben a este oscuro artista y pensador que fue Duchamp. Por la influencia de Picabia, Duchamp deja la pintura y extiende su campo, creando sus ready mades, entiéndanse estos como refuncionalizaciones-resignificaciones de objetos ya conocidos.

Una rueda de bicicleta atornillada a un taburete, un botellero expuesto como una escultura, recuperan los valores plásticos implícitos en ellos, la rueda es vista como objeto artístico simplemente porque se la sitúa en ese lugar. Qué es arte y qué no lo es puesto en tela de juicio (de paso). Duchamp se burla de si mismo enviando un urinario (el criollo mingitorio) a una muestra, para que el jurado, ignorando la chacotada de Duchamp que firma el artefacto con un seudónimo, acepte la broma como una muestra del nuevo arte y lo exponga. El monstruo se mordía la cola.

Tzara es el ideólogo de Dada. Aunque la antideología no es ideologizante, por momentos la anarquía absoluta mantiene sus constantes, y algunas de estas están dadas por el manifiesto escrito por Tzara. Recomendamos genuflexa y flagrantemente la lectura detenida de este manifiesto que descubrirá al cabo, que el sinsentido puede llegar a límites poéticos difícilmente practicables de la mano del control detenido, el pensamiento escolástico, o la sinalefa buscada hasta el cansancio. La poesía a veces tiene la cara del grito. Bien lo dice Tzara que no deja de parecerse simpático (a sí mismo y a nosotros).

Una exposición Dada en el Cabaret Voltaire, cabaret literario fundado por Hugo Ball y señora, comenzaba pasando a través del baño de hombres hasta llegar a una sala donde se exponían entre otras maravillas un mono vivo atado a un marco. ¡Al Colón! Nunca puedo pensar en esa exposición sin imaginar al mono gritando y defecando desmesuradamente. Allí también se organizaron veladas rusas, se tocó la balalaika, se interpretaban canciones en danés, francés, cantos negros; Tzara leía sus poesías en rumano o inventaba poemas químicos y estáticos; las alegres veladas terminaban sin embargo en ocasiones con la intervención de la policía.

Hacia el año 1919, mientras Shwitters crea su columna echa con elementos de sus allegados, amigos, etc., (que llega al techo por lo que debe comprar el departamento superior y realizar un hoyo en el techo-suelo) (según cómo se lo mire) (como todo) y mientras recolecta basura para realizar collages, y mientras se lavaba los pies en el agua de sus tortugas y hacía retratos horribles; mientras tanto decimos Dada se muda a París y luego se diluye lentamente, para resucitar algunas veces (en NY por supuesto) y dar el primer nombre al arte Pop de los ´60 que fue llamado neodada.

Detrás queda esta llama intensa y destructora y ácida; y personalidades que bastarían para llenar varios volúmenes por sí solos: Tzara, Man Ray, Arp, Duchamp, Picabia, Ball, Shwitters, etc. (Tzara cita hacia 1922 una lista de ochenta dadaistas por orden alfabético). Detrás queda también la constancia de que el arte no tiene que ver con la razón ni con el detenimiento, ni con el talento, ni con el pensamiento, ni con la inspiración, ni con el genio (o con todo esto) pero igualmente el arte es a veces la expresión, simple, clara y descarnada de un GRITO.

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